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XVI Medio Maratón Cidade de Pontevedra 23/10/11

  • Rubén 


Escribo esta crónica con una sensación agridulce, estoy feliz por haber podido correr, cosa que no esperaba hace tan solo una semana y por otro lado estoy triste porque se ha pasado la fecha en la que tendría que haber logrado el sub83′ sin demasiados problemas.

Como sabéis, sufro una tendinitis de aquiles desde hace 3 semanas y solo he podido rodar suave, en tierra y menos días por semana de lo habitual. Con este panorama me planté en Pontevedra decidido a tomar la salida y ver como iban las cosas.

El sábado por la tarde, el pie me dolía más que nunca y mi huos no era el más adecuado antes de una cita importante, en el decathlon me compré unos calcetines de los que venden para trail, por aquello de llevar el tobillo más sujeto y confié todas mis expectativas a ellos y al ibuprofeno.

Milagrosamente, por la mañana me encontraba mejor que ningún otro día de la semana, me cambié, me puse las zapas, vestimos a las peques y nos encontramos con Jorge y Maribel (Gracias por todo). Estoy animado, pero desmotivado, tengo claro que si noto dolor me voy a parar,y el objetivo a estas horas es acabar la carrera.

Calentamos un poco y más tranquilo que otras veces me sitúo en la salida en el cajón de sub90′. Se da el pistoletazo y salgo fuerte, al principio con la aglomeración se hace difícil correr y es importante coger una buena rueda si no se quiere sufrir demasiado.

Quizás pequé de ingenuo porque dejé que me adelantase mucha gente y me limité a rodar al ritmo que me permitía el pelotón, pasamos el primer km a 3’40» pero no tengo la sensación de ir muy deprisa. Ahora viene una recta larga, hace un día de perros, llueve y el viento sopla con fuerza, en un sentido hay viento a favor, pero todo no se puede y a la vuelta pega en contra. Hago los km 2 y 3 en 3’48» y 3’51» intentando buscar un grupito que me proteja del viento.

Entramos en la zona universitaria, muy descubierta y aún por encima con el grupo ya estirado, estamos a merced de la ventolera, el km 4 lo hago en 3’48» pero el 5 se me escapa a 3’58» y pongo los pies en la tierra recordando que hoy he venido solo a probarme.

Relajo el ritmo para hacer 4’03», 4’03» y 4’05» hasta llegar al 8. Aquí noto una pequeña molestia y pienso en esperar a Jorge pero luego se desvanece y deido seguir.

El 9 sale en 4’08, cuesta arriba y el 10 en 3’55», para cruzar el control en 39’37», unos 40» más lento que el año pasado.

Hay zonas de viento fuerte, pero al no ir al límite lo llevo bastante bien, 4’09», 4’05», 4’06», 4’01» voy como un reloj, a velocidad de crucero y sin excesivo sufrimiento. Tampoco voy mirando el reloj, no me preocupa la marca así que me dejo llevar.

4’08», 4’15» y 4’11» otra vez en la zona universitaria, para afrontar la subida por segunda vez en 4’18» y 4’23». Aquí miro el crono y veo que el ritmo medio es muy bueno y que, en realidad, no estoy lejos de mi marca del año pasado.

Aprieto los dientes y me lanzo a por dos km buenos, 3’49» y 3’52» el 20 y el 21, pero los metros adicionales del fore y que hacía falta bastnte más me hacen cruzar el arco en 1h25’16» a 50» de mi marca del pasado año y MMP hasta la fecha.

No hay queja. La climatología no era buena con viento y agua, llegaba con la tendinitis, desmotivado y con falta de entrenamientos y aún así he estado a punto de hacer marca terminando muy fuerte, vamos que estoy seguro de que solo con esforzarme un poco la hubiese hecho. Pero no puedo evitar pensar que este es el primer objetivo que voy a marcar en rojo en la lista y me jode un poco.

Hoy no me duele el tobillo al andar, se nota molestia al tacto pero no al moverlo. Se ve que me va más la marcha que el descanso.

Estoy contento con la carrera, pero no con la marca. Nunca antes había estado lesionado y la sensación de impotencia es horrible…

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